MUJERES SACERDOTES. COSAS
DEL PADRE BONETE. CUENTOS DE LA TROJA.
(Imagen)
Si desde hace siglos
se ordenan hombres para que ingresen como ministros sacerdotales, ¿por qué no
ordeñar mujeres, que es algo más natural?, pues sembrarían semillas de paz, amor, bondad, delicadeza, consagración y otras
virtudes que tanta falta hacen en una Iglesia apelmazada, cansona y en manos de
hombres permanentemente enfadados debido a la falta de compañía femenina?
Ábranse
ya las puertas de la Gloria para que vengan las mujeres a ornar los templos,
despojándolos de las sombras de la muerte e inyectándoles el esplendor de la vida
y de la belleza espiritual propia del espíritu femenino…Sin duda tratarían a
los feligreses como hijos, no como los hijastros que los sacerdotes vemos en
ellos…
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